He aquí la quinta y tal vez penúltima entrega de las qu´El Cinéfilo Ignorante considera las mejores películas vistas en 2016. Ya tenemos aquí a Las Gigantes, obras de las que se podrían escribir folios y folios, como, de hecho, ya ocurrió con alguna de ellas en esta especie de blog.
C´est parti. Voilà otra decena aproximada de películas más que disfrutables.
12. PRIMER AMOR (José Luis Cuerda, 2000)https://www.youtu-lovebe.com/watch?v=D1MKcqle7hA
Es una joyita que se quedó oculta en un rincón y hubo que ir a rescatarla no se sabe muy bien por qué motivo. Así se pudo ver lo que es el verdadero minimalismo o la maestría en el cuento, quizá el género literario más trabajoso, extrapolado a un cortometraje en el que, como es d´esperar, cada intervención de los dos únicos personajes parlantes se encuentra milimétricamente insertada en los escasos cuatro minutos que dura, ejem, un primer amor. Ojo: cuatro minutos que pueden hacer pensar durante, al menos, cuarenta.
11. POLÍTICA. MANUAL
DE INSTRUCCIONES (Fernando León de Aranoa. 2016)https://www.youtube.com/watch?v=_xYwhcsd8jg
Si pertenecen ustedes al público que no puede ver ni en pintura a los cachorros de Podemos y, en especial, a su dirigente Pablo Iglesias, no se preocupen a la hora de situarse ante este documental: seguirán odiándolos igualmente ya que la dirección, guion y selección de imágenes y sucesos sorprende por su insólita objetividad. Si, por el contrario, cifran ustedes sus esperanzas en las acciones directas de los podemitas, queden tranquilos, pues gozarán con las reuniones asamblearias, detalladamente retransmitidas, de los politólogos que han revolucionado el panorama político español.
Ya quedó dicho que lo que hace Isabelle Huppert, la veas donde la veas, requiere un calificativo que aún está por inventar. Dale un papel en medio de situaciones extremas y d´encrucijadas políticamente muy poco correctas. Súmale a ellas personajes secundarios per-fec-tos, ideas magistrales venidas y revenidas de un pasado terrorífico, fantasías de una espléndida casa con jardín, ilusiones románticas de un París oscuro, y, por último, un final incalificable por impactante. Obtendrás un cóctel explosivo que, durante dos horas y media, no te va a dejar moverte del asiento ni para rascarte la nariz.
Que El elegido ocupe un dignísimo 9º puesto se debe a la peculiar idiosincrasia de los gustos d´El Cinéfilo Ignorante, que ama ahondar en la historia del siglo XX, de la cual el guaperas de Ramón Mercader podría erigirse en el mejor representante. Poco se sabía de la figura enigmática, camaleónica y libertina que tuvo a sus pies no sólo a las mujeres más bellas allá por donde pasaba sino también a los más relevantes políticos, como, por ejemplo, Leon Trotsky y todo su séquito. Ya sólo faltaba que nos conquistara a los espectadores con sus taimados actos, a veces, de una admirable crueldad. Ha tenido que llegar esta película para que lo (re)conozcamos.
Ya quedó dicho en la amplia entrada acerca del largometraje que nos ocupa: lo peor es la traducción del título original. Fúsi era este, pero, claro: resultaba escasamente vendible si se compara con el uso de la manida palabra que es corazón. Olvidándonos del patinazo, esta película es capaz de curar espíritus decaídos; también se hace responsable de lágrimas vertidas hacia el final y, por último, demuestra de que, en muchas ocasiones, está plenamente justificado ir al cine más solo máxime cuando la cosa va de soledades y sus remedios en este gigante de película.
7.
A GLÓRIA DE FAZER CINEMA EM PORTUGAL (Manuel Mozos, 2016)https://www.youtube.com/watch?v=8CBO_XgGLog
Es otro tesoro diminuto esta glória tan aparentemente anecdótica como la historia que recupera. ¿Que cómo s´empezaron a rodar películas en un país esquivo como Portugal? Tendría que ser de chiripa; así, hace falta un cortometraje que nos relate de forma bien hábil las causas y azares que llevaron la creación del séptimo arte a un rinconcito de Europa. De forma hábil quiere decir bañarse en la sencillez y en el genio, tal y como se decía en la entrada que se le dedicó en este blog a este glorioso cortometraje.
Siempre que sean agradables, ¡hay que ver qué bien sientan las sorpresas cinematográficas! Llegar a una sala de cine de un centro comercial, sentarse a la espera de ruidosas y violentas escenas bélicas y, por el contrario, encontrarse con una historia tierna pero no babosa, cruda pero no truculenta, didáctica pero no panfletaria, y quedarse varios días pensando en el poder de lo inesperado en compañía de la aniñada pero hipnótica fisonomía de Alice Isaaz, a quien no le hace falta ir más allá de un personaje secundario para ponerle el broche de oro a una historia de intrigas casi imprescindible.
