Es decir: qu´el bloguero de turno habla de sí mismo. En concreto, de sus compañías cinematográficas en el visionado del total de 52 filmes que se registran como los que más le han gustado en todo el año 2016. Bien, pues 35 de ellos fueron vistos sin compañía alguna si consideramos qu´el resto de los espectadores de una sala de cine no son verdaderos compañeros de proyección d´El Cinéfilo.
En este punto, sería bueno matizar que podrían contabilizarse 35 películas y media disfrutadas en soledad pues, durante la proyección de una de ellas, un amigo que entró a ver el filme con El Cinéfilo abandonó la sala al cuarto de hora con el pretexto del aburrimiento insufrible que sentía.
Si no s´equivoca la calculadora, nos sale un 67% de películas qu´El Cinéfilo vio solo. ¿Que les parece? Que no le importó mucho porque, de hecho, están aquí como las más disfrutadas.
Seguimos con la serie de (ejem) Mejores Películas. Ahora son muy pocas en comparación con las incluidas en anteriores entregas, pero no tan pocas, ya que hay un ex aequo y salen tres en vez de dos. Tres maravillas, quiérese decir.
5. LES FUNÉRAILLES DE MON PÈRE (Lorenzo Mbiahou, 2015)
https://www.youtube.com/watch?v=LiYyXqPedmw
Supongamos que nos enfrentamos a un documental. En ese caso, hay que considerarlo como un documental de Miedo porque consigue qu´el atemorizado e indefenso espectador sienta verdadero pánico al contemplar cómo es la especie de humana y en qué creencias confía.
Ay, que nos encontramos ante otra película de terror. Qué bien se lo puede pasar uno sufriendo como un infeliz mientras ve las vidas de personas marcadas para la eternidad en una o dos noches tras las cuales nunca jamás se vuelve a ser el mismo. Bien pensado, la atrocidad que se narra con absoluta maestría en Las Inocentes es como un accidente más de guerra, pero un accidente que, en la mayor parte de los casos, se debe calificar de mortal. En torno a los sucesos gira un elenco absolutamente redondo de personajes, en el que no sobran ni s´exceden ninguno de ellos ni tampoco ninguna de sus intervenciones y en el que las vicisitudes de un mundo cerrado deben hallar una salida pese al frío, la incomprensión y la falta d´esperanza. Si estás dispuesto a sufrir pero todavía crees que hay un remedio hasta para los asuntos insoportables en el último minuto de la película, esta es la tuya.
La gran virtud d´este drama venido de Rumanía reside en su increíble habilidad para manejar una variada serie de tramas sin que chirríe ninguno sino consiguiendo que, por el contrario, todos se ensamblen en una asombrosa perfección, Para colmo de aciertos, las tramas revolotean en torno al más que necesario aprobado de unos exámenes que solucionarían las cuitas diarias de una adolescente sometida a las pequeñas y no tan pequeñas desgracias de la vida diaria en una capital d´Europa del Este. Es cierto que el peso de la historia lo sostiene un personaje bastante más expuesto que los demás y al que le pasa de todo, y que lo lleva adelante como buenamente puede. Esta capacidad se gana el respeto y hasta el cariño del espectador, quien sigue el modulado desarrollo de una historia que no decae a lo largo de sus 128 minutos de metraje.
